«En ese momento, me sentí tan sola, tan perdida, que solo quería desaparecer.»
Hace días, semanas, meses, probablemente años, que estoy perdida. No tengo un rumbo al que dirigirme, no tengo una meta por la que luchar ni nada que me anime a buscar un sueño en el que creer.
No ha sido hasta hace apenas unos días que me he dado cuenta de cuán real era todo eso. Siempre creí que, a pesar de no saber qué era, algo había para mi, algo que me estaba esperando ahí fuera, un pequeño tesoro esperando ser encontrado, pero no es así. No hay un objetivo que deba cumplir, ni expectativas puestas sobre mi.
Es triste saber que ni siquiera tu propia familia espera nada de ti, nadie te busca, nadie quiere que hagas nada por ellos.
Duele saber que nadie te necesita.
A veces me paro y pienso en toda la gente que me rodea, en cómo serían sus vidas si yo no estuviera, pero mi conclusión es siempre la misma: nada sería diferente.
Incluso habiéndome conocido, si desapareciera para siempre, nadie lo notaría.
No hay comentarios:
Publicar un comentario